La semana pasada en Twitter leí que estaban disponibles los podcasts de sus píldoras científicas de unos 5 minutos que se emiten durante la semana y que había una app para móviles.
Como no puedo evitar pensar en aplicaciones empecé a buscarlas para en el aula. Ya había utilizado grabaciones de ciencia al cubo otros años. Parecía sencillo.
Situación de partida:
Ahora nos obligan a leer media hora semanal con las clases de ESO, algo que hacía gustoso toda una hora antes de que fuese obligatorio, pero basta que sea una orden para perder la ilusión . Así que mi mente se iluminó, pues no leen, escuchan.
Nuestros políticos, tan inteligentes siempre, han decidido que hay que leer en todas las materias para mejorar la comprensión lectora. Ésto es muy lógico, pero luego debes evaluar esa comprensión y la expresión, te llevas las redacciones a casa o las corriges en el aula corriendo. No es que piense que eso lo deben hacer los de Lengua
Para remate, en mi centro te dicen qué día y a qué hora debes leer, cambian semanalmente. Si, hay un precioso calendario con tus sesiones de lectura marcadas. No es lógico intentar dar clase un día a última hora con el chaleco antibalas y que al siguiente a primera con los niños tranquilos tengas que leer y no puedas explicar. Al menos me permiten hacer algunos cambios...si no vienen los inspectores.
El trabajo:
Preparé un post en mi blog de aula con enlaces a unos podcasts seleccionados. La idea era cada escuchase un par de veces la noticia, se preparasen una exposición breve y la hiciesen. Nada que corregir en casa.
Podríamos utilizar los portátiles o los móviles, mucho más motivador con 14 años. Sólo con comentarlo los sacaban y está prohibido llevarlos a clase. Tras las primeras pruebas los primeros problemas: los podcasts no se pueden descargar en el centro, el servidor los bloquea. Ni portátiles ni móviles, tampoco la segunda opción pasó la prueba del despacho del director.
Con un poco más de trabajo descargué los archivos en casa y los subí al Moodle del IES. Ya podíamos intentarlo.
Los alumnos debían traer unos auriculares porque cada pareja escucha una grabación diferente.
El desarrollo:
La población de "cascos" en clase fué decepcionante, olvidos, sospechosas roturas en la mochila...por desgracia algo habitual cuando preparas con ilusión una actividad nueva.
Aún así tenía tres grupos funcionando y cuando terminasen podrían pasar el instrumento a otros compañeros. !Podemos¡
Les permití buscar alguna información más en la red para completar o aclarar ideas.
El resultado:
Como siempre, merece la pena. Ver a esos alumnos explicando lo que sea con base científica a los demás ya es un premio a tu trabajo. Queda claro quienes lo preparan y quienes salen del paso, eso ayuda a puntuar y al hacerlo delante de ellos refuerza la idea de que el trabajo tiene recompensa. Además con esta actividad es muy fácil de evaluar competencias.
Al ser algo que no han hecho te encuentras con sorpresas como que buenos estudiantes fallan y que otros con más dificultades lo bordan. El cambio en el formato de trabajo puede ser complicado para algunos alumnos pero sirve para motivarlos, igualarlos y valorar otras cosas menos académicas.
En este caso, una alumna de las más limitadas lo estaba pasando mal al leer su resumen hasta que lo dejó a un lado y nos contó lo que había aprendido, daba gusto oirla. Los de sobresaliente leyeron unas definiciones de wikipedia, sin comentarios.
Resumiendo, los alumnos disfrutaron con el cambio y yo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario